Arrastro mis pies hasta el banco situado delante del lago. Me gusta contemplar a los patos mientras les arrojo unas migajas de pan para comer, es lo que solía hacer con Clara, antes de que le incapacitasen mentalmente. Nunca llegue como pudieron hacerlo ni tampoco el significado de esa supuesta locura que inventaron los médicos, desdoblamiento de la personalidad. Tan sólo sé que la hecho de menos y que veinte años después, con los pies arrastras, sigo haciendo las mismas locuras que hacíamos juntas: dar de comer a los patos.
Bonita entrada para tu retorno.
ResponderEliminar¿Que tal estás?. Espero que todo bien.
Un placer poder leerte y un abrazo.
Es imprescindible no sentirse abandonado.
ResponderEliminarCuando las circunstancias son negativas es cuando más se necesita del ser humano y cuando más olvidada te sientes...
Profunda entrada para reflexionar
Abrazos
ese vínculo mecánico que nos devuelve al pasado... pensamientos en voz alta...
ResponderEliminarGuardate esas cosas para Tí, no las compartas, siempre hay quien no lo entiende...
saludos.