miércoles, 16 de diciembre de 2009

Arrastro mis pies hasta el banco situado delante del lago. Me gusta contemplar a los patos mientras les arrojo unas migajas de pan para comer, es lo que solía hacer con Clara, antes de que le incapacitasen mentalmente. Nunca llegue como pudieron hacerlo ni tampoco el significado de esa supuesta locura que inventaron los médicos, desdoblamiento de la personalidad. Tan sólo sé que la hecho de menos y que veinte años después, con los pies arrastras, sigo haciendo las mismas locuras que hacíamos juntas: dar de comer a los patos.