domingo, 16 de septiembre de 2012

Sufro de lo mucho que me duele el mal que me antecede en este maleficio. No siempre callo lo que siento y a veces siento lo que  callo y es, esta la contradicción que envenena mi espíritu y ser para luego escupir a la cara  a cualquier infeliz que ose llevarme la contraria de quién en mi ser. Rompo, rompo todo aquello  que estampa mi mala fama y limita a lo más simple mi ego. Soy yo la protagonista de mi propio cuento, cuento que nunca podre contar a aquellos necios que dicen ser lo que no son y se esconden en máscaras de carnaval, con falsa sonrisa y delirios de grandeza. Soy yo quién fábrica su propio destino porque deje de creer en predicadores de felicidad y píldoras de la ilusión que esconden sus complejos en batas blancas e inmaculadas.